Cuento: El conejito saltarín

Breve resumen de la historia:

Lee este cuento para aprender a leer y repasar las palabras ya aprendidas.

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Cuento: El conejito saltarín

El conejito saltarín y la zanahoria para aprender a leer niños de 4 a 6 años

En un campo lleno de flores y mariposas, vivía un conejito llamado Saltarín.

Saltarín era blanco como la nieve y tenía unas largas orejas que siempre estaban atentas a cualquier sonido.

Le encantaba brincar y jugar por los prados, buscando zanahorias y haciendo nuevos amigos.

Un día, Saltarín encontró una gran zanahoria escondida bajo una piedra.

«¡Qué suerte!», pensó.

Pero al intentar sacarla, se dio cuenta de que estaba muy bien enterrada.

Saltarín pidió ayuda a su amigo el ratoncito Miguel.

Juntos tiraron y tiraron, pero la zanahoria no se movía.

Entonces llegó la tortuga Tina, que aunque era lenta, era muy fuerte.

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Con su ayuda, finalmente lograron sacar la zanahoria.

Todos compartieron la deliciosa zanahoria y se rieron juntos.

Al final del día, Saltarín se sintió muy feliz de tener amigos tan buenos.

«Con amigos, todo es más fácil y divertido», pensó.

Y desde entonces, siempre ayudaba a sus amigos cuando lo necesitaban.

NOTA: Más abajo tienes todo este mismo cuento escrito con MAYÚSCULAS por si lo necesitas)

Moraleja del cuento: «El conejito saltarín y la zanahoria»

La amistad y la cooperación nos hacen más fuertes.

Abraham Cuentacuentos.

Lee estos cuentos infantiles

EL CONEJITO SALTARÍN Y LA ZANAHORIA PARA APRENDER A LEER NIÑOS DE 4 A 6 AÑOS

EN UN CAMPO LLENO DE FLORES Y MARIPOSAS, VIVÍA UN CONEJITO LLAMADO SALTARÍN.

SALTARÍN ERA BLANCO COMO LA NIEVE Y TENÍA UNAS LARGAS OREJAS QUE SIEMPRE ESTABAN ATENTAS A CUALQUIER SONIDO.

LE ENCANTABA BRINCAR Y JUGAR POR LOS PRADOS, BUSCANDO ZANAHORIAS Y HACIENDO NUEVOS AMIGOS.

UN DÍA, SALTARÍN ENCONTRÓ UNA GRAN ZANAHORIA ESCONDIDA BAJO UNA PIEDRA.

«¡QUÉ SUERTE!», PENSÓ.

PERO AL INTENTAR SACARLA, SE DIO CUENTA DE QUE ESTABA MUY BIEN ENTERRADA.

SALTARÍN PIDIÓ AYUDA A SU AMIGO EL RATONCITO MIGUEL.

JUNTOS TIRARON Y TIRARON, PERO LA ZANAHORIA NO SE MOVÍA.

ENTONCES LLEGÓ LA TORTUGA TINA, QUE AUNQUE ERA LENTA, ERA MUY FUERTE.

CON SU AYUDA, FINALMENTE LOGRARON SACAR LA ZANAHORIA.

TODOS COMPARTIERON LA DELICIOSA ZANAHORIA Y SE RIERON JUNTOS.

AL FINAL DEL DÍA, SALTARÍN SE SINTIÓ MUY FELIZ DE TENER AMIGOS TAN BUENOS.

«CON AMIGOS, TODO ES MÁS FÁCIL Y DIVERTIDO», PENSÓ.

Y DESDE ENTONCES, SIEMPRE AYUDABA A SUS AMIGOS CUANDO LO NECESITABAN.

Abraham Cuentacuentos.

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Espero que estés disfrutando de mis cuentos.