El copo de nieve que no quería derretirse y su viaje al corazón del volcán

Breve resumen de la historia:

El copo de nieve que no quería derretirse y su viaje al corazón del volcán En una maravillosa y nevada montaña, vivía un copo de nieve llamado Nico. Nico era pequeño y brillante, con puntas perfectamente simétricas que reflejaban la luz del sol en destellos de arcoíris. Sin embargo, había algo que distinguía a Nico…

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El copo de nieve que no quería derretirse y su viaje al corazón del volcán

El copo de nieve que no quería derretirse y su viaje al corazón del volcán

En una maravillosa y nevada montaña, vivía un copo de nieve llamado Nico. Nico era pequeño y brillante, con puntas perfectamente simétricas que reflejaban la luz del sol en destellos de arcoíris. Sin embargo, había algo que distinguía a Nico de los demás copos de nieve, no quería derretirse.

El invierno estaba llegando a su fin, y Nico sentía que sus días estaban contados. Una mañana decidió que debía encontrar un lugar donde el calor no pudiera alcanzarlo, un lugar donde pudiera existir para siempre. «No quiero derretirme,» pensaba Nico mientras observaba el cielo azul. «Debo encontrar un lugar seguro.»

Así fue como, impulsado por el viento, Nico comenzó su viaje hacia lo desconocido. En su travesía, se encontró con un pájaro llamado Pablo, un petirrojo con plumas rojizas y ojos vivaces. «¡Hola, pequeño copo de nieve! ¿A dónde te dirige el viento?» preguntó Pablo con curiosidad.

«Busco un lugar donde no pueda derretirme. ¿Conoces algún sitio?», respondió Nico con esperanza en su voz.

Pablo pensó un momento y luego dijo, «He oído hablar de un volcán al sur, su interior es tan caliente que tal vez nadie esperaría encontrarte allí. Yo puedo llevarte, si lo deseas.»

Nico dudó, pero su deseo de no derretirse era más fuerte que su miedo. «Sí, por favor, llévame allí,» aceptó con determinación.

En su camino, el viento amainó y Pablo tuvo que descansar en varias ocasiones. En un claro del bosque, encontraron a una mariposa llamada Lila, cuyos colores eran tan variados como las flores en primavera. «¡Qué copo de nieve tan curioso!» exclamó Lila al ver a Nico.

«Vamos hacia el volcán,» explicó Pablo. «Nico busca un lugar donde no pueda derretirse.»

Lila revoloteó con entusiasmo. «¡Yo también quiero ver el volcán!» dijo, uniéndose a la travesía. La compañía de Lila hizo el viaje más alegre, con sus historias sobre el reino de las flores y su risa contagiosa.

Finalmente, llegaron al volcán. Su aspecto imponente y su interior rojo brillante intimidaban a cualquiera que se acercara. «¿Estás seguro de esto?» preguntó Pablo.

Nico asintió. «Sí, debo intentarlo,» dijo con firmeza. Con cuidado, Pablo dejó que el viento arrastrara a Nico hasta una caverna en el volcán.

Para sorpresa de todos, dentro de la caverna, Nico comenzó a brillar aún más. La temperatura era increíblemente alta, pero el flujo de aire frío que recorría la caverna protegía a Nico. «¡Estoy a salvo!» gritó emocionado. «Encontré el lugar perfecto. Gracias, amigos.»

Pablo y Lila se despidieron felices de Nico, prometiendo visitarlo tan a menudo como pudieran. Nico, por fin tranquilo, disfrutó de su nueva morada sin derretirse jamás. El pequeño copo de nieve que no quería derretirse había encontrado su hogar en el lugar más inesperado.

Moraleja del cuento «El copo de nieve que no quería derretirse y su viaje al corazón del volcán»

A veces, la solución a nuestros problemas se encuentra en los lugares más inesperados. Nunca dejes de buscar y de soñar, porque siempre hay esperanza en el viaje más difícil.

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