Jack y el Reino de la Magia
Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, vivía un joven llamado Jack.
Era un chico bastante normal, hasta que un día descubrió un libro antiguo en la biblioteca del castillo.
El libro tenía extraños símbolos en la portada y cuando lo abrió, una luz brillante lo envolvió y lo transportó a un mundo mágico y desconocido.
Jack se encontró en un bosque frondoso, lleno de árboles gigantes y criaturas extrañas.
Pronto, conoció a una hada llamada Lila que lo guio a través del bosque y le explicó que se encontraba en el Reino de la Magia, donde todo era posible.
Jack estaba fascinado por este mundo nuevo y emocionante y decidió quedarse allí para explorarlo.
A medida que Jack viajaba por el Reino de la Magia, se encontró con muchos personajes interesantes, desde duendes bromistas hasta dragones temibles.
Pero su mayor desafío llegó cuando se enteró de que un malvado mago había tomado el control del reino y lo estaba sumiendo en la oscuridad.
Jack sabía que tenía que hacer algo para detener al mago y restaurar la luz y la paz en el reino.
Con la ayuda de Lila y otros amigos que había hecho en su viaje, Jack se embarcó en una misión peligrosa para derrotar al mago y salvar el Reino de la Magia.
Lucharon valientemente contra los secuaces del mago, superaron obstáculos y desafíos, y finalmente llegaron al castillo donde el mago estaba escondido.
La batalla final fue épica y Jack y sus amigos se enfrentaron al mago y sus fuerzas en una lucha desesperada por la libertad.
Con ingenio y coraje, Jack logró vencer al mago y liberar al Reino de la Magia del yugo de la oscuridad.
Y así, Jack se convirtió en un héroe y un amigo de todos en el Reino de la Magia.
Pasó muchos años explorando y descubriendo nuevas maravillas en este mundo mágico, pero nunca olvidó su hogar en el mundo real.
Cuando finalmente regresó a casa, llevó consigo los recuerdos y las aventuras que había vivido en el Reino de la Magia, y siempre recordó la lección de que incluso lo imposible puede ser posible si uno tiene suficiente coraje y determinación.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Abraham Cuentacuentos.