Pelusín, la mariposa y la amistad
Érase una vez, en un bosque encantado, un pequeño conejito llamado Pelusín.
Pelusín vivía con su familia en una madriguera bajo un árbol, y todos los días salía a jugar con sus amigos del bosque.
Un día, Pelusín se encontró con una pequeña mariposa que había perdido su camino.
La mariposa estaba muy triste y no sabía cómo volver a casa. Pelusín, al ver la tristeza en sus ojos, decidió ayudarla y la llevó en su lomo de vuelta a su hogar.
La mariposa estaba muy agradecida y le dijo a Pelusín que, si alguna vez necesitaba ayuda, ella estaría allí para ayudarlo.
Pelusín sonrió y siguió su camino, pero en su corazón sabía que había hecho un nuevo amigo.
Los días pasaron y Pelusín se hizo amigo de muchos otros animales del bosque, como el zorro astuto, el búho sabio y la ardilla saltarina. Juntos, jugaron y exploraron cada rincón del bosque.
Un día, mientras Pelusín estaba jugando cerca de un arroyo, se resbaló y se cayó al agua.
Pelusín no sabía nadar y se empezó a ahogar. Justo en ese momento, la pequeña mariposa que Pelusín había ayudado llegó volando y, sin dudarlo, se sumergió en el agua para ayudarlo.
La mariposa agarró a Pelusín con sus patas y lo llevó a la orilla.
Pelusín tosió y se sacudió el agua de su pelaje, agradecido por la ayuda de su amiga.
Desde ese día, Pelusín y la pequeña mariposa se convirtieron en mejores amigos.
Juntos, descubrieron la belleza del bosque encantado y ayudaron a otros animales que necesitaban su ayuda.
Y así, Pelusín aprendió que la amistad y la ayuda son importantes en la vida y que siempre se debe estar dispuesto a ayudar a los demás.
Y cada vez que miraba el cielo y veía a su amiga volar, recordaba la gran lección que había aprendido.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Espero que hayas disfrutado de la historia de Pelusín y su amiga la mariposa.
Recuerda siempre ayudar a los demás y hacer nuevos amigos.
Abraham cuentacuentos.