El jard铆n embrujado y el 谩rbol que contaba historias de miedo
En un rec贸ndito pueblo llamado Villa Real, exist铆a un antiguo jard铆n oculto tras una verja de hierro, cubierta de enredaderas y musgo. Este jard铆n, durante el d铆a, parec铆a un lugar encantador con flores de colores vivos y perfumes exquisitos. Sin embargo, al caer la noche, la atm贸sfera cambiaba. Los habitantes del pueblo aseguraban que aquel jard铆n estaba embrujado.
La primera en mencionarlo fue la anciana Do帽a Carmen, quien sol铆a pasear por la plaza todas las tardes. 芦Dicen que cuando cae la sombra, el 谩rbol gigante que est谩 en medio del jard铆n cuenta historias de miedo,禄 comentaba con ojos llenos de misterio.
Luc铆a, una ni帽a de doce a帽os con una cabellera negra y rizada, y ojos tan verdes como esmeraldas, escuch贸 hablar del jard铆n y se llen贸 de curiosidad. Valiente y aventurera, Lucifer, como le dec铆a su hermano menor, no pod铆a resistir la tentaci贸n de descubrir si los rumores eran ciertos. Junto a su mejor amigo, Felipe, decidieron ir al jard铆n embrujado esa misma noche.
Felipe era un chico rubio, de facciones finas y una sonrisa traviesa que rara vez se borraba de su rostro. Aunque le encantaban las aventuras, en el fondo era un poco miedoso. 芦驴Est谩s segura, Luc铆a? Podr铆a ser peligroso,禄 le coment贸 nervioso, pero su amiga ya hab铆a tomado una decisi贸n.
El reloj marcaba las nueve de la noche cuando ambos cruzaron la verja chirriante del jard铆n. Las luces de las farolas apenas llegaban a iluminar el interior, envolviendo el lugar en una oscuridad inquietante. De pronto, el viento comenz贸 a susurrar entre las hojas y la luna llena proyect贸 sombras fantasmales sobre el sendero.
Avanzaron hasta llegar al viejo 谩rbol en medio del jard铆n. Era un roble gigantesco, cuyas ramas se extend铆an como brazos acogedores, pero tambi茅n intimidantes. Luc铆a y Felipe se sentaron bajo el 谩rbol, expectantes. Sin previo aviso, el roble cobr贸 vida y empez贸 a hablar con una voz grave y profunda.
芦Bienvenidos, peque帽os valientes,禄 dijo el 谩rbol. 芦Soy el Guardi谩n de las Historias y he visto muchas lunas crecer y menguar. Esta noche les contar茅 una historia que los har谩 estremecer.禄
Los dos amigos, asustados pero intrigados, se miraron entre s铆. 芦驴Qu茅 tipo de historia?禄 pregunt贸 Luc铆a, intentando que su voz no temblara.
El 谩rbol comenz贸 a narrar una historia sobre una antigua bruja que sol铆a vivir en ese jard铆n hace muchos siglos. Cont贸 c贸mo la bruja Emelina sol铆a hechizar a los ni帽os del pueblo, convirti茅ndolos en estatuas para decorar su jard铆n. La historia era tan detallada y v铆vida que cada susurro del viento parec铆a un eco de los hechizos de la bruja.
Felipe, temblando, se aferr贸 al brazo de Luc铆a. Pero antes de poder asimilar el siguiente giro de la historia, el suelo empez贸 a vibrar ligeramente. Una figura fantasmal apareci贸 frente a ellos. Era una mujer vestida con t煤nicas ro铆das y un sombrero puntiagudo. Sus ojos brillaban con una luz siniestra.
芦Lo que cuentan es verdad,禄 dijo la figura. 芦Soy Emelina, y no soporto a los intrusos en mi jard铆n.禄
Luc铆a se puso de pie desafiante. 芦隆No tenemos miedo de ti!禄 grit贸 con fuerza. Pero, mientras lo dec铆a, su coraz贸n lat铆a desbocado.
La bruja sonri贸. 芦Veremos si realmente no tienen miedo,禄 dijo antes de desvanecerse en una nube de humo. De inmediato, las estatuas que adornaban el jard铆n empezaron a moverse lentamente, acerc谩ndose a los ni帽os.
Luc铆a y Felipe no sab铆an qu茅 hacer, hasta que recordaron unas palabras secretas que Do帽a Carmen les hab铆a dicho en la plaza: 芦Para liberar el jard铆n, deben cantar la canci贸n del 谩rbol.禄 Ambos comenzaron a tararear, siguiendo una melod铆a antigua que hab铆a sido transmitida de generaci贸n en generaci贸n. Mientras cantaban, el 谩rbol se ilumin贸 con una luz m谩gica.
Las estatuas dejaron de moverse y volvieron a sus puestos, y la figura de la bruja desapareci贸 completamente. El jard铆n, antes l煤gubre, se llen贸 de una luz c谩lida y reconfortante. El Guardi谩n de las Historias susurr贸: 芦Han mostrado valent铆a y coraz贸n puro. Han liberado al jard铆n de su maldici贸n.禄
Luc铆a y Felipe se miraron sonriendo, aliviados y orgullosos de su haza帽a. Salieron del jard铆n corriendo y riendo, y al d铆a siguiente contaron su aventura a todos en el pueblo. Desde aquel d铆a, el jard铆n volvi贸 a ser un lugar de alegr铆a donde ni帽os y adultos disfrutaban de su belleza sin ning煤n temor.
El 谩rbol nunca m谩s cont贸 historias de miedo. En cambio, susurraba relatos llenos de magia y alegr铆a, y cuidaba del jard铆n con amor y gratitud por aquellos ni帽os valientes que lo liberaron.
Moraleja del cuento 芦El jard铆n embrujado y el 谩rbol que contaba historias de miedo禄
No importa cu谩n miedo puede dar el camino, la valent铆a y el coraz贸n puro siempre hallar谩n una salida y traer谩n luz donde antes hab铆a oscuridad.