Una Tarde de Otoño Mágica
Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de árboles frondosos y de colores cálidos de otoño, vivía una niña llamada Sofía.
Sofía era una niña curiosa y aventurera que amaba explorar la naturaleza.
En un día de otoño, mientras caminaba por el bosque, descubrió un árbol mágico que parecía tener un brillo especial.
Sofía, sin pensarlo dos veces, se acercó al árbol y lo tocó.
De repente, apareció una pequeña hada que flotaba en el aire. L
a hada, con una voz suave y melodiosa, le dijo a Sofía que tenía un regalo especial para ella.
«Querida Sofía, te he estado observando durante mucho tiempo y he visto lo curiosa y valiente que eres. Quiero darte este collar mágico que te permitirá hablar con los animales y aprender de ellos».
Sofía estaba emocionada y sorprendida.
Se colocó el collar alrededor del cuello y de repente, pudo escuchar el sonido de las hojas y de las ramas moviéndose en el viento.
Se dio cuenta de que podía entender a los animales y que ellos podían entenderla a ella.
A medida que caminaba por el bosque, Sofía se encontró con un pequeño zorro que estaba atrapado en una trampa.
El zorro estaba asustado y no podía salir de la trampa.
Sofía, utilizando su nuevo regalo mágico, habló con el zorro y lo ayudó a escapar de la trampa.
El zorro, agradecido por su ayuda, le mostró a Sofía un camino secreto en el bosque que la llevó a un hermoso prado lleno de flores de otoño.
Mientras exploraba el prado, se encontró con una familia de ardillas que estaban recogiendo nueces para el invierno. Las ardillas le contaron a Sofía sobre la importancia de trabajar duro y prepararse para el futuro.
Sofía se dio cuenta de que había aprendido muchas lecciones importantes ese día, gracias a su collar mágico y su aventura en el bosque.
Decidió volver a casa para compartir sus aprendizajes con sus amigos y familiares.
Cuando llegó a casa, su mamá le preguntó qué había estado haciendo todo el día. Sofía, emocionada, le contó sobre su aventura mágica en el bosque y todo lo que había aprendido.
Su mamá estaba muy orgullosa de ella y le dijo que estaba muy contenta de tener una hija tan valiente y curiosa.
Sofía se acostó en su cama esa noche, con una sonrisa en su rostro, pensando en todas las cosas maravillosas que había aprendido ese día.
Sabía que siempre tendría su collar mágico para ayudarla a aprender y explorar el mundo que la rodeaba.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
Abraham Cuentacuentos.
